16 de abril de 2010

"El gato de Schrödinger de paseo por la sociedad"

Podrán leerlo en muchos sitios al planteo del gato de Schrödinger, pero se lo simplificaré para fines prácticos: Usted tiene un gato vivo en una caja de la cual no puede ver el interior,a menos que la abra. Dentro de la caja hay un dispositivo muy inestable que contiene veneno como para matar al gato; este dispositivo puede accionarse solo, puede ser accionado por el gato, o incluso por usted moviendo o abriendo la caja.
Ahora la pregunta: ¿Sabe usted si el gato está vivo o muerto? No, para saberlo usted tiene que abrir la caja, pero eso puede causar la muerte del gato. Por lo tanto, en el momento en que usted deja de ser observador y pasa a querer efectuar una medición (en este caso constatar la salud del felino) altera el estado del sistema y ya no se pueden obtener datos puros.

Hagamos una breve y sencilla transpolación de área,y una mutación de lenguaje, llevando este fenómeno a las relaciones sociales.

Vayamos entonces más allá del felino, volvamos a los observadores aquellos que buscan ver dentro y fuera de las personas; recuerden: No muevan la caja. La esencia pura de las personas se mantiene en su libre albedrío, allí decantan sus odios y amores, pasiones y resentimientos en la más juguetona libertad. Actuar por instinto sólo proporcionaría caos y reactividad*, elementos por demás nefastos para nuestras mediciones sociales. Absténgase entonces de tratar de modificar su sujeto experimental ya que cualquier sugerencia, crítica, réplica, súplica, adulación, reto, o confesión; simplemente logrará que usted esté tratando con una muestra contaminada que responde a su propio interés: un gato muerto. Carece de sentido extender esta conclusión, mi hipótesis es clara y para aquellos que no la entiendan es porque quizas nunca hallan sido meros, y dedicados,  observadores.

Luciano de Esbornia


*Reactividad: Fenómeno psicológico por el cual el accionar de una persona se altera al notar que está siendo observado.