Es algo físico, deseo como satisfacción de los instintos más primales, no es casi deseo, podría llamársele hambre. La mente no interviene en esto, no hay perfumes que se añoren, no hay paz mental, sólo un ansia por conseguir calmar a la bestia dentro de uno antes de que ella opte por el auto-canibalismo.
Cuidado viajero al salir de casa hambriento, son muchos los lobos en piel de oveja que se comen entren ellos.
